¿Cómo aprende el niño de primaria a amar la naturaleza y el ambiente?

Si tenemos como objetivo que los niños y niñas de primaria desarrollen o afiancen el amor a la naturaleza, es indispensable que amplíen y enriquezcan sus experiencias y vivencias. En este nivel no bastará, como en el de inicial, la actividad significativa y el planteamiento de hipótesis simples; aquí se requiere un grado de exigencia mayor, exigencia que debe ir acompañada de planteamientos e hipótesis mucho más elaborados por los propios niños y niñas, los cuales deben generarles interés por ampliar y descubrir nuevos conocimientos con respecto al tema.

Los niños y las niñas, conforme van creciendo, tienen mayores cuestionamientos y asumen mayores responsabilidades. Van generando una mayor conciencia de la situación y, si tienen la oportunidad, podrán cuidar el medio ambiente por convicción, porque están convencidos de que es lo mejor tanto para su bienestar personal como para la humanidad.

Teniendo en cuenta lo anterior, se presentan a continuación algunas actividades que ayudan a ejercitar el amor por el medio ambiente en niños y niñas de este nivel:

  • Diversas experiencias directas y significativas que los pongan en contacto directo con la naturaleza (el campo, una granja, una chacra, el mar o un río, entre otras posibilidades). Con ello aprenden a disfrutar de los ambientes naturales, lo cual es importante.
  • Situaciones de la vida real que les sean familiares, por ejemplo: si estamos hablando del consumo del agua, partiremos por el consumo del agua en sus casas y en la escuela. Así, cualquier actividad que planteemos con ellos debe tener como punto de partida situaciones conocidas por niños y niñas.
  • Campañas elaboradas por ellos con una propuesta de cuidado y protección del medio ambiente en temas como energía, biodiversidad, residuos sólidos y agua.
  • Práctica de hábitos que promuevan el cuidado del medio ambiente, como la higiene personal y la selección de residuos sólidos, entre otras.