Características de los temas transversales

Sabemos que los temas transversales posibilitan:

  • La reflexión y la discusión colectiva a nivel de docentes y estudiantes.
  • Un proceso de enseñanza y aprendizaje lento pero consistente en profesores, profesoras y estudiantes, quienes interactúan entre sí y sobre los contenidos trabajados, contribuyendo al desarrollo de una conciencia colectiva en torno a problemáticas y soluciones específicas que afectan a una comunidad determinada.
  • Ejercitar una educación cotidiana en valores a través del desarrollo de actitudes posibles de evaluar cualitativa y cuantitativamente.

Al analizar, encontraremos que aprovechar las posibilidades que nos dan los temas transversales solo será posible en nuestras instituciones educativas si es que:

  • Propiciamos el trabajo en equipo, la apertura y la tolerancia para escuchar e implementar propuestas con las cuales podemos discrepar, pero que pueden resultar las más aceptadas por el grupo y por lo tanto tener más posibilidades de éxito.
  • Ejercitamos el diálogo horizontal en los distintos estamentos, lo que permite la crítica y la autocrítica permanente y no se realiza como un señalamiento de errores en búsqueda de un culpable, práctica que resulta agotadora y destructiva.
  • Trabajamos el tema ambiental de manera organizada y sistemática, regresando todas las veces que sea necesario sobre nuestra práctica para confrontarla con la teoría, mejorar lo trabajado y, si fuera necesario, reorientar lo realizado.
  • Aprovechamos para medir, con instrumentos adecuados, los avances que hemos ido logrando a lo largo del año académico en los aspectos priorizados.

Hay muchas cuestiones a tener en cuenta en los temas transversales. Nuestro compromiso con el tema ambiental nos ayudará no solo a descubrirlas si no a hacer que nos volvamos expertos en él.

Las características y las ventajas de la educación ambiental se interrelacionan y son múltiples, pero es vital resaltar la necesidad de que los y las docentes se encuentren convencidos de que permitirá mejorar la calidad de vida, lo cual implica revisar hábitos y estilos de vida y responder a las necesidades de la propia realidad educativa fomentando la participación democrática de los y las estudiantes y sus padres y madres. Y sobre todo, si queremos contribuir al desarrollo sostenible desde donde estamos y en el rol privilegiado de educadores que tenemos, no podemos dejar escapar la oportunidad de utilizar este tema transversal, la educación ambiental, como un reto a asumir y como una esperanza que debemos transmitir a los que creen y confían en nosotros… nuestras y nuestros estudiantes (Obesso Rojas 2010).