PARTE TRES > CAPÍTULO 11
Parte tres | Aprovechamiento de la base de recursos naturales >> Capítulo 11 | Sector pesca y recursos hidrobiológicos
11.1. Características del sector
11.1.1. Tendencia en la captura de los recursos hidrobiológicos: descripción de los principales recursos; captura y producción en criaderos; infraestructura (pesca extractiva y acuicultura), inversión y empleo directo en el sector; estructura del mercado, formalidad del sector; tributación e ingresos fiscales; distinción entre pesca industrial, artesanal y criaderos.
· La pesquería del Perú se sustenta, mayormente, en el aprovechamiento de recursos pelágicos como anchoveta, jurel, caballa y pota. Las grandes pesquerías pelágicas, a pesar de la variabilidad, mantienen niveles sostenibles de captura, en especial de anchoveta (que representa aproximadamente el 86 % de los desembarques en promedio, el cual es destinado al consumo humano indirecto). Sin embargo, hay algunas especies costeras que muestran una tendencia decreciente en los desembarques. A pesar de ello, la acuicultura tanto marina como continental está en relativo crecimiento, sustentado en los cultivos de concha de abanico, langostino, trucha y tilapia. La infraestructura industrial de recursos marinos es bastante moderna y competitiva, siendo la harina y aceite de pescado los principales productos de exportación. Asimismo, el Perú está realizando esfuerzos para incrementar el volumen de productos para consumo humano directo. Cabe agregar que la mayor generación de empleos está relacionada con la actividad artesanal, en la que todavía persiste bastante informalidad.
La pesquería marina del Perú está entre las tres actividades económicas más importantes del país. El Perú es el segundo país pesquero después de China y posee la pesquería más grande del planeta basada en una sola especie: la anchoveta o Engraulis ringens (FAO, 2014). El mar peruano es, también, el más productivo del mundo (Bakun & Weeks, 2008). El complejo de corrientes, incluyendo la corriente fría de Humboldt y los vientos que soplan a lo largo de la costa peruana dan origen a un sistema de recirculación o afloramiento que trae hacia la superficie nutrientes y aguas frías de zonas profundas, los cuales enfrían y fertilizan la costa peruana e incrementan la disponibilidad de alimento para peces e invertebrados (Tam et al., 2008). Sin embargo, este ecosistema está sujeto a importantes perturbaciones periódicas, como El Niño y la oscilación del sur (ENOS), que afectan de forma significativa el stock pesquero.
La actividad pesquera comprende las actividades de extracción (actividad primaria) y transformación (actividad secundaria) de recursos hidrobiológicos, como peces, moluscos, crustáceos y otras especies, para el consumo humano directo (enlatado, fresco o congelado) e industrial (principalmente, en la harina y aceite de pescado).
Los recursos marinos están conformados por aquellas especies que se encuentran comprendidas desde la línea de baja marea hasta las 200 millas del área jurisdiccional marítima. De estas especies, el grupo de los peces sustentan la pesquería nacional, seguidos de los moluscos, y representan el 93,0 y 6,58 %, respectivamente, del desembarque total (ver gráfico). Esto contrasta con los recursos hidrobiológicos en ambientes de aguas continentales, que están representados casi en su totalidad por el grupo de los peces; aunque existen algunos otros grupos, como crustáceos y moluscos, que son también explotados en menor volumen.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
En el grupo de peces las especies pelágicas presentan los mayores desembarques, de las cuales la anchoveta peruana (Engraulis ringens), el jurel (Trachurus murphyi) y la caballa (Scomber japonicus) son las especies dominantes. Para las especies demersales, son la merluza (Merluccius gayi peruanus) y el ayanque (Cynoscion analis). Dentro de los costeros se encuentran la liza (Mugil cephalus), el machete (Ethmidium maculatum) y la lorna (Sciaena deliciosa) (ver anexo).
Para el caso del grupo de moluscos, la pota (Dosidicus gigas) es la especie que posee los mayores volúmenes de desembarque, seguida de la concha de abanico (Argopecten purpuratus), el choro (Aulacomya ater) y el calamar (Loligo gahi).
En el grupo de los crustáceos, las especies de langostino (Litopenaeus vannamei) y los cangrejos tiene los mayores desembarques en el ámbito nacional.
En el ambiente continental el boquichico (Prochilodus nigricans), la palometa (Mylossoma duriventre) y el fasaco (Hoplias malabaricus) son las especies de la Amazonía que presentan los mayores desembarques. En la sierra, el camarón de río, la trucha (Oncorhynchus mykiss) y el carachi (Orestia) son los más representativos, mientras que en la costa es el camarón de río (Cryphiops caementarius).
La variación porcentual de desembarque de los recursos marinos en el periodo 2003-2013 tiene su mayor crecimiento en el año 2011 y el menor en el año 2010, esto debido a los cambios en los patrones del viento en la cuenca del Pacífico (Delcroix et al., 2000), que afectan la productividad marina (Bertrand et al., 2008b) y generan los fenómenos de El Niño y La Niña. Durante El Niño, las aguas frías costeras son invadidas por masas de aguas oceánicas cálidas y menos productivas, que tienen un impacto en la distribución, abundancia y condición física de la anchoveta, de modo que la hacen menos disponible y de menor calidad nutricional. Durante La Niña, el efecto es exactamente el contrario (Bertrand et al., 2008c). En el 2013 el desembarque total de recursos hidrobiológicos alcanzó los seis millones de toneladas y registró un crecimiento interanual de 23,8 % sustentado básicamente en la mayor descarga de anchoveta destinada a la industria de harina y aceite de pescado (28,9 %). Este resultado fue favorecido por la normalización de las condiciones oceanográficas en las zonas norte-centro, en donde se concentró el 94,7 % de su desembarque. Asimismo, la captura para el consumo humano directo aumentó en 7,3 %, favorecida por el aumento de los recursos destinados a la industria de enlatado (14,9 %) y el consumo en estado fresco (27,0 %).
En relación con los desembarques de los principales recursos pelágicos, la extracción anual de anchoveta ha oscilado de 8,8 millones de toneladas en el año 2004 a 3,5 millones de toneladas en el año 2010, con valor promedio de 6 millones de toneladas. Estas fluctuaciones en parte se deben a la variabilidad océano-atmosférica que se presenta en nuestro mar jurisdiccional ―como los eventos El Niño (2006, 2010) y La Niña (2007, 2010)― que ha modificado la distribución, concentración y disponibilidad en las áreas de pesca. En los puertos de Chimbote, Chicama, Pisco y Callao se registraron los mayores desembarques. Esta misma tendencia se presenta para la caballa, el jurel y el perico (ver gráfico siguiente).
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
En relación con los recursos demersales, la merluza peruana es la principal especie del subsistema demersal y la que ha registrado los mayores desembarques entre 2003-2013. Cabe destacar que entre setiembre de 2012 y durante el 2013 se produjo un cierre de la pesquería de este recurso, por lo que fue declarado un recurso en recuperación y se asignó para ese año una cuota de captura de 5 000 toneladas. Los desembarques se han incrementado paulatinamente y se han mantenido entre el 2007 y 2012 en alrededor de 35 000 toneladas, además, se ha registrando el mayor valor de desembarque en el 2013 (54 522 toneladas). Esta misma tendencia la presentan las otras especies demersales, como el tollo y el ayanque (ver anexo). A partir del 2004 se establecen por primera vez las cuotas de pesca por embarcación para la extracción del recurso merluza, lo que ha permitido regular el esfuerzo pesquero y la presión de pesca de la flota arrastrera.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
La variación porcentual de desembarques de los recursos costeros en el periodo 2003-2013 tiene su mayor crecimiento en el año 2007 y el menor en el año 2010. La lisa es la una de las especies que cuenta con mayor variabilidad en los desembarques, de entre 6 975 tm (2005) y 19 137 tm (2003) con un promedio anual de 13 121 tm, y presenta una ligera tendencia positiva. Esta misma tendencia muestra la lorna, con un promedio anual de 7 461 tm. A diferencia del machete y el pejerrey que siguen una ligera tendencia negativa y registran un promedio anual de 5 728 y 10 236 toneladas, respectivamente.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Actualmente, el recurso pota es uno de los principales de la pesquería artesanal dentro del grupo de los invertebrados. Sus capturas se destinan principalmente al giro de los congelados, que son exportados al mercado asiático, donde continúa su transformación a productos con mayor valor agregado. Los desembarques de pota muestran una tendencia positiva muy marcada y registran un incremento de 3,5 entre los años 2003 y 2013. Esta misma tendencia presenta la concha de abanico, pero se observa que en el periodo 2003-2009 las capturas se mantuvieron relativamente constantes, alrededor de 19 277 tm, y en el periodo 2010- 2013 se incrementaron en promedio a 71 757 tm.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Prácticamente, ninguna de las especies de peces de agua dulce de los ríos de la costa es explotada comercialmente (Ortega et al., 2012). En el río Tumbes se reportan capturas de cascafe (Brycon atrocaudatus) y raspa (Chaetostoma microps), mientras que en el río Jequetepeque han sido registradas capturas de cascafe y pequeños bagres (géneros Astroblepus, Rhamdia y Trichomycterus) (Ortega et al., 2012). Estas actividades extractivas son de subsistencia y no se dispone de información del tipo de métodos de captura o número total de pescadores artesanales.
Por otro lado, existe registro del desembarque de cuatro especies de peces en los reservorios de Poechos y San Lorenzo (Piura), Tinajones (Lambayeque) y Gallito Ciego (Cajamarca), en los que el bagre y la tilapia (esta última, introducida) tienen un mayor valor comercial.
Con relación a la actividad extractiva de camarón de río (Cryphiops caementarius) para el periodo 2003-2013, el valor de extracción promedio de esta especies ascendía a 696,3 toneladas anuales. Estas capturas fueron enviadas a los mercados regionales y al limeño bajo el giro de fresco refrigerado.
Fuente: Instituto del Mar del Perú (Imarpe)
La pesca en la Amazonía peruana tiene gran importancia alimentaria, social y económica para las poblaciones urbanas y rurales. La razón de la notable disminución de los desembarques en los últimos años se debe a varios factores, entre ellos sobrepesca, inadecuada gestión pesquera, alteración de los hábitats y estacionalidad.
El registro de las capturas de peces en la Amazonía solo se lleva a cabo en los principales puntos de desembarques.
Los desembarques anuales de peces en la región Loreto se incrementaron de forma paulatina entre el 2003 y el 2010 (35 972 t). Posteriormente, las capturas mostraron una disminución gradual y registraron para el 2013 el menor valor de la serie (18 165 t). Esta misma tendencia muestra la región de Ucayali, que registra las capturas en un rango de 5712 t (2010) y 13073 t (2005) con promedio anual de 8913 t (gráfico 7). El boquichico, el bagre, la palometa, el fasaco y la lisa son las principales especies que sustentan la pesquería en esta región.
La acuicultura peruana está orientada principalmente al cultivo de langostino (Litopenaeus vannamei), concha de abanico (Argopecten purpuratus), trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) y tilapia (Oreochromis spp.), seguidos en menor volumen por peces amazónicos, como paco (Piaractus brachypomus), gamitana (Colossoma macropomun) y paiche (Arapaima spp), entre otros (ver gráfico).
La cosecha en el 2013 superó las 125 000 toneladas, el 68 % de la cuales provienen del ámbito marino y el 32 % del ámbito continental.
En el periodo 2003-2013 la acuicultura ha crecido a una tasa anual de 20 % y ha superado a otros sectores de producción de alimentos del país.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Dirección de Estudios y Derechos Económicos Pesquero y Acuícola (DGP)
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Dirección de Estudios y Derechos Económicos Pesquero y Acuícola (DGP)
La producción de recursos hidrobiológicos congelados procedentes de la actividad acuícola se orienta a las siguientes especies: langostino, concha de abanico, trucha y paiche.
A partir del año 2010 se aprecia un incremento de estos, debido al aumento de concesiones para el cultivo y repoblamiento de la concha de abanico en la bahía de Sechura, Piura (ver gráfico).
Es importante destacar que el rendimiento de peso cosecha de las especies acuícolas frente a sus productos congelados varía según el tipo de presentación. En el caso del langostino, en promedio para la presentación de colas es de 70 %; y entero, de 100 %. En el caso de las conchas de abanico, para la presentación de talo + coral, el rendimiento promedio está entre 16 y 18 %, y para media valva dicho rendimiento se encuentra entre 30 y 40 %.
Asimismo, En el caso de la trucha, el rendimiento en la presentación de eviscerado es de 81,5 %, mientras que para el filete sin piel y sin espinas es de 50 %. Para el paiche, el rendimiento en la presentación de filete es de 57 %.
En lo que respecta a la actividad acuícola en aguas continentales, se ha desarrollado el cultivo de acarahuazu, arahuana, boquichico, bujurqui, camarón, carachama, carpa, disco, doncella, gamitana, lisa, paco, pacotana, paiche, palometa, sabalo cola roja, tigre zungaro, tilapia, trucha y tucunare. Para el ámbito marino, se viene trabajando con la concha de abanico, langostino, chanque, chorillo y sargazo, principalmente.
Se tienen registradas un total de 4 374 empresas acuícolas, 91 % correspondientes al ámbito continental; los departamentos de Puno, San Martín, Loreto y Madre de Dios registran el mayor número de empresas destinadas al sistema de subsistencia y menor escala. En el ámbito marino, se registran el 9 % del total de empresas, y Piura, Tumbes y Áncash son los principales departamentos acuícolas donde se realiza el repoblamiento y cultivo de mayor escala.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Elaboración: Equipo técnico EsDA-MINAM
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Elaboración: Equipo técnico EsDA- MINAM
· El país cuenta con infraestructura para el desarrollo de la actividad pesquera industrial, artesanal y acuícola que sustenta la producción nacional.
En tan solo dos décadas, periodo entre la I Encuesta Nacional Estructural de la Pesquería Artesanal en el litoral peruano (Enepa) y el I Censo Nacional de la Pesca Artesanal del Ámbito Marítimo, 2012 (Cenpar), el número de pescadores artesanales se incrementó en 16 000 personas y tiene en la actualidad a más de 44 000 personas dedicadas a la pesca artesanal marítima (Escudero, 1997; Produce, 2013). A su vez, el tamaño de la flota casi se ha triplicado y ha pasado de 6 268 embarcaciones registradas en la I-Enepa a 16 045 en el Cenpar (Escudero, 1997; Produce, 2013).
Fuente: * Escudero, 1997. ** Estrella et al., 2010. *** Produce, 2013
Elaboración: Equipo técnico EsDA- MINAM
Las plantas de congelado miden su capacidad productiva en toneladas congeladas por día; las plantas de curado, en toneladas de salazón procesadas por mes; y las plantas de conservas, en cajas de enlatados producidas por turno. Para el 2013, según la información disponible en el portal oficial del Produce, las regiones litorales del Perú contaron 205 EIP-CHD: 112 para la producción de congelados, 19 para la producción de curado, 74 para la producción de enlatados.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Anuarios Estadísticos
Elaboración: Equipo técnico EsDA- MINAM
Los establecimientos industriales pesqueros procesadores de harina de pescado tienen capacidades de procesamiento en tm/hora. Para el año 2013, se cuenta con 161 EIP-CHI: 74 para la producción de harina especial con una capacidad instalada de 6 635 tm/hora; 38 para la producción de harina estándar con una capacidad instalada de 2 050,90 tm/hora; 39 para la producción de harina residual con una capacidad instalada de 252,44 tm/hora, y 10 para harina residual U independiente con una capacidad instalada de 59 tm/hora.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Dirección General Extracción y Producción Pesquera para Consumo Humano Indirecto (DGCHI)-Produce
Elaboración: Equipo técnico EsDA-MINAM
El I Censo Nacional de Pesca Artesanal-CENPAR (Produce, 2013) indica la existencia de 116 puntos de desembarque a lo largo del litoral peruano. Estos no se encuentran distribuidos de manera homogénea, ya que el 86 % se ubica en la zona centro norte y el 14 % en la zona sur (ver siguiente ilustración).
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Hasta el año 2011, Fondepes registraba 45 desembarcaderos pesqueros artesanales (DPA), 89 % se encontraban operativos, 31 DPA contaban con plantas de hielo (69 %), pero solo 10 de estas plantas (32 %) se mantenían operativas (ver siguiente cuadro).
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes), 2011
Elaboración: Equipo técnico EsDA- MINAM
Desde su creación, el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes) ha fortalecido el ordenamiento y desarrollo competitivo de la actividad acuícola. Por ello, actualmente cuenta con los centros de acuicultura en el país: Nuevo Horizonte, Tuna Carranza, La Cachuela, Virrilá, La Arena y Morro Sama. Cada uno de estos centros se ha especializado en un determinado grupo de especies (peces, moluscos o crustáceos), que ha priorizado de acuerdo con las necesidades de la región. En el cuadro siguiente, se resumen las actividades desarrolladas y especies priorizadas que cada uno de los centros acuícolas de Fondepes ha estado trabajando.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce). Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (Fondepes). 2015
Elaboración: Equipo técnico EsDA-MINAM
Asimismo el Fondepes, como organismo público ejecutor adscrito al Ministerio de la Producción, está asumiendo la ejecución de actividades de capacitación y asistencia técnica orientadas a lograr el desarrollo de la pesca artesanal y la mejora de las competencias y habilidades técnicas de las comunidades pesqueras en el ámbito nacional.
En cuanto a su aporte institucional a la educación ambiental, el cuidado del ambiente y el uso responsable de los recursos pesqueros, se debe indicar que, efectivamente, el Fondepes a través de la Dirección General de Capacitación y Desarrollo Técnico en Pesca Artesanal destaca en cada uno de los cursos técnico-productivos la importancia de proteger el medio ambiente en el que se desarrolla la actividad extractiva de la pesca, promoviendo el uso de aparejos selectivos (como el espinel y las nasas), educando a los pescadores en la manipulación correcta de los recursos extraídos, en la aplicación de las normas sanitarias en cada etapa de la cadena productiva, y demás aspectos que involucra la realización de esta actividad económica, en concordancia con los códigos de conducta de la pesca responsable.
El Imarpe cuenta con un Programa de Observación de la Pesca Artesanal que, aunque es limitado desde el aspecto geográfico y técnico, permite estimar los desembarques totales en el país. Así, es fundamental mejorar el monitoreo de los desembarques a fin de incluirlos en los cálculos para la cuota de la extracción artesanal y determinar el límite máximo de captura por embarcación para las naves que pesquen anchoveta con fines de consumo humano directo.
Se está fortaleciendo el Programa de Seguimiento de Pesquerías del Imarpe a partir de muestreos biométricos y biológicos de especies objetivo, a bordo de embarcaciones comerciales. También, el del Sistema de Captación de Captura y Esfuerzo de la Pesca Artesanal por medio de la cobertura a otros lugares de desembarque, en los que se permite determinar el esfuerzo de pesca que ejerce la actividad pesquera artesanal sobre los recursos hidrobiológicos gracias al monitoreo de la flota artesanal en todo el litoral mediante la red de Observadores de Campo del Imarpe. Asimismo se obtendrá indicadores del esfuerzo de la pesca artesanal, por medio del Estudio Nacional del Esfuerzo de la Pesca Artesanal en el ámbito marino (Enepa III), así como registrar las características físicas y operacionales de la flota, número de pescadores artesanales, entre otros aspectos pesqueros y socioeconómicos. Los datos obtenidos serán usados en la aplicación de métodos indirectos (modelación poblacional) de evaluación de recursos pesqueros explotados para efectuar el diagnóstico poblacional, y determinar los puntos biológicos de referencia para una explotación óptima de los recursos vivos que sustentan la pesca artesanal.
En este mismo sentido, a partir del 2015, el Imarpe viene participando en el Programa Presupuestal PP0095 “Fortalecimiento de la Pesca Artesanal”, cuyo objetivo es llevar a cabo investigaciones de la pesca artesanal en el ámbito marino, a fin de contar con una sólida base científica sobre los aspectos biológico-pesqueros, ecológicos, ambientales, etc., que permitan dar las recomendaciones pertinentes a Produce para su adecuado manejo pesquero y garantizar la explotación sostenible de los recursos.
En la institución se está reforzando la cuantificación de las estadísticas de desembarque (mayor número de observadores que registran información diaria) y se tiene previsto realizar el diagnóstico poblacional de algunas especies hasta fin de año. Se ha creado, además, un programa de pesca INDR (ilegal, no documentada ni registrada) para el desarrollo metodológico que se debe aplicar desde el 2016, para cuantificar esta pesca.
Asimismo el Imarpe por intermedio la Dirección General de Investigación de Recursos Pelágicos cuenta con un Programa de Observadores a bordo el cual le permite, aparte de cumplir sus objetivos, instruir al personal embarcado de la flota industrial en Lima y provincias sobre la importancia de la toma de información obtenida durante los viaje de pesca; así como el llenado y uso de la fichas de información. Capacita en muestreos biométricos de las principales especies pelágicas, como anchoveta, jurel y caballa, enseña la importancia de cuantificar la captura incidental y los descartes en la flota de cerco dirigida al recurso anchoveta, tanto para consumo humano directo e indirecto e instruye en las mediciones y estrategias de liberación de aves y mamíferos marinos.
La Dirección General de Investigaciones de Recursos Demersales y Litorales tiene un Programa de Técnicos Científicos de Investigación a bordo de las embarcaciones de arrastre industrial dedicadas a la extracción de merluza.
Con respecto a la inversión y empleo directo en el sector, la pesca industrial cuenta con 161 establecimientos industriales pesqueros (EIP) dedicados a la actividad de consumo humano indirecto, donde emplea a 17 640 trabajadores en actividades de extracción y 8 631 trabajadores en actividades de procesamiento de harina de pescado.
Entre las empresas que presentan los mayores niveles de producción e ingresos figuran Tecnológica de Alimentos S. A., Corporación Pesquera Inca S. A. C., Pesquera Diamante S. A., Austral Group S. A. A., Pesquera Hayduk S. A., Pesquera Exalmar S. A. A., CFG Investment S. A. C. y Pesquera Centinela S. A. C. Los principales EIP se encuentran ubicados en Chimbote (Áncash), Paita (Piura) y Pisco (Ica).
Desde el 2006 los desembarques de anchoveta se han reducido, aproximadamente, de 6 millones de tm al año a 3,3 millones de tm en el 2010, en consecuencia, la exportación de harina de pescado y aceite de pescado ha disminuido (gráfico 10). Pero el valor internacional de estos productos ha aumentado de manera significativa a partir del 2006, a pesar de la crisis económica internacional. Entre los años 2007 y 2013, el precio de la harina de pescado ha pasado de USD 810/tm a USD 1 360/tm.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
En el caso de la pesca artesanal, la oferta de productos provenientes de esta actividad es destinada principalmente al consumo humano directo y abastece el mercado interno. De acuerdo con el I Cenpar existen, aproximadamente, 16 045 embarcaciones con 44 161 pescadores artesanales, que se concentran en mayor número en Piura y Lima.
Las exportaciones de los productos de la acuicultura se han incrementado en volumen y valor exportado, siendo la concha de abanico y el langostino los de mayor preferencia por el mercado norteamericano, ya que representaron el 94 % del total de exportaciones en el 2013; mientras que el 6 % del total de exportaciones se orientaron a la tilapia, trucha, paiche y algas.
De otro lado, es importante señalar que los principales países de destino de los productos de la acuicultura peruana fueron EE. UU. (50 %), Francia (18 %), España (9 %), Bélgica (4 %), entre otros correspondientes al año 2013.
La demanda de productos pesqueros está conformada por el mercado externo y el mercado nacional. El mercado externo sigue creciendo para los productos industriales de consumo humano indirecto, y el Perú ocupa un lugar dominante como el primer productor y exportador de aceite de pescado (FAO, 2013), así como el mayor productor de harina de pescado del mundo (25-30 % de participación), por lo que en el corto plazo cualquier cambio en su nivel de producción tendrá un impacto en el precio de mercado (FAO, 2012).
La industria para consumo humano directo está dirigida a los productos de enlatado, curado, congelado y mariscos frescos. Esta ha tenido un aumento impresionante en tamaño y valor en la última década (ver gráfico). La información disponible muestra un aumento general significativo de estas exportaciones no tradicionales, que es principalmente el resultado de los crecientes mercados de productos pesqueros congelados (principalmente calamar gigante en Asia, concha de abanico procedente de cultivos en Europa, perico en los EE. UU., entre otros), a pesar de la aportación reducida de la merluza a este rubro.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Durante el periodo 2003-2013, el continente asiático fue el principal comprador de harina de pescado (67 % del total), en especial China (34,5 %), Japón (5,7 %), Taiwán (3,4 %) e Indonesia (1,75 %); le siguió el continente Europeo (24 %) con Alemania (55 %), España (7 %) e Italia (5 %); y finalmente América (7 %), donde destacaron Estados Unidos (14 %) y Canadá (12 %).
Para el caso de las exportaciones de aceite de pescado, el continente europeo es el principal comprador (57 % del total), en el que destacan Bélgica (37 %), Dinamarca (38,4 %) y Noruega (13,6 %); seguido del continente americano (31 %) representado por Chile (73 %) y Canadá (22,7).
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
Las acciones en el sector pesquero orientadas a promover la formalidad buscan alcanzar mayor eficacia en la supervisión y fiscalización, además, priorizan la vigilancia del recurso anchoveta en general y de las actividades pesqueras para consumo humano directo (CHD).
El Ministerio de la Producción, en prevención de la informalidad y de las acciones de pesca ilegal y depredación, viene capacitando a los pescadores artesanales y a la sociedad que participa en las diferentes etapas de la cadena pesquera, a fin de integrar acciones que permitan lograr el objetivo común de la sostenibilidad y sustentabilidad de los recursos hidrobiológicos para las nuevas generaciones.
Se han efectuado a la vez mejoras normativas mediante la emisión del nuevo reglamento de seguimiento satelital y de pesaje CHD; el reglamento del Programa de Vigilancia y Control; la emisión de directivas de procedimientos de inspección e implementación del software de registro de inspectores para obtener la información de las inspecciones en tiempo real.
Se ha conseguido la modernización tecnológica mediante el fortalecimiento del seguimiento satelital de la flota industrial y la vigilancia satelital de la flota de menor escala. A la fecha se realizan suspensiones preventivas de zonas de pesca para el recurso anchoveta y vigilancia de las cuotas de anchoveta.
11.1.1.1. El sector pesquero, pesca industrial, artesanal y criaderos
La flota industrial se compone de embarcaciones de acero y casco de madera con bodegas de capacidad superior a 32,82 m3 y su incorporación a la flota industrial es gestionada a través de Produce. Estas embarcaciones son supervisadas en todos los puntos de desembarque y, además, monitoreadas por un sistema de localización satelital que está instalado en todas las embarcaciones autorizadas. Actualmente, esta flota solo está autorizada para pescar fuera de la zona diez millas de la costa. Gran parte de ella se dirige a la captura de anchoveta para la producción de harina y aceite de pescado. La flota anchovetera con permiso de pesca para la zona norte-centro se ha ido reduciendo paulatinamente de 1 134 embarcaciones que participaron en la primera temporada de pesca de anchoveta del año 2010 a 1 001 embarcaciones en la misma temporada del año 2013. Esto debido a que antes de cada temporada de pesca se lleva a cabo asociaciones temporales o definitivas, lo que ha permitido reducir en forma operativa (pero no nominal) la flota industrial de anchoveta después de la implementación del sistema de cuotas individuales en el 2009 (D. L. 1084).
Para la pesquería de merluza, existe una flota arrastrera conformada por 43 embarcaciones con permiso de pesca (portal de Produce). Esta flota solo opera desde el extremo norte de dominio marítimo hasta los 6° de latitud sur. La flota de arrastre de merluza se redujo significativamente después que la pesquería se cerró por un periodo de 18 meses y fue declarada en recuperación (2001-2003).
Existen 21 buques de cerco que se dirigen a la pesca de jurel y caballa para el consumo humano directo. Estas embarcaciones tienen un sistema de conservación en frío (RSW) y son de capacidad de bodega relativamente grande. Es importante señalar que estos buques también participan en la pesquería de anchoveta industrial. La flota de la caballa se reduce automáticamente cuando solo se permite el uso de la caballa para consumo humano, y solo para aquellos buques con sistemas de conservación en frío instalados.
En el I Cenpar, llevado a cabo en el año 2012, se registraron 16 045 embarcaciones, de las cuales 15 579 están operativas. Esto representa un crecimiento del 66 % en tan solo cuatro años desde la Enepa-II, en la que se reportaron 9 667 embarcaciones (Estrella et al., 2010). Este incremento en el número de embarcaciones se da a pesar de que actualmente se encuentra prohibida la construcción de nuevas embarcaciones pesqueras con capacidad de bodega mayor de 10 m3 (Decreto Supremo N° 020-2006-PRODUCE) y a 5 m3 (Decreto Supremo N° 018-2010-PRODUCE).
Del total de embarcaciones artesanales, el 86 % utiliza motor, el 84 % tiene certificado de matrícula y solamente el 39,5 % dispone de un permiso de pesca vigente. Por otro lado, el 74,6 % de las embarcaciones no tiene certificado de protocolo sanitario. Respecto a la capacidad de bodega, aproximadamente la mitad de las embarcaciones registradas durante el I-Cenpar no reportaron esta medida. Estos factores reflejan la elevada informalidad e ilegalidad con que operan las embarcaciones artesanales en el mar peruano.
La acuicultura en el Perú se lleva a cabo a través del otorgamiento de derechos de acuicultura bajo la modalidad de autorizaciones (predios privados) y concesiones (áreas marinas, lagos, lagunas navegables y terrenos públicos) clasificados por el nivel de producción de la siguiente manera: de subsistencia (hasta 2 tm x año), menor escala (más de 2 tm hasta 50 tm al año) y mayor escala (más de 50 tm al año). Además de autorizaciones para las actividades de repoblamiento. Actualmente, existen un total de 5 086 derechos de acuicultura formales, de los cuales 137 (12 369 ha) son de mayor escala, 1 980 (3 370 ha) de menor escala, 240 (339 ha) de menor escala y producción de semilla, 3 706 (4 940 ha) de subsistencia, 242 (13 053 ha) de repoblamiento y 26 (373 ha) de concesiones especiales (otorgados en zona de reserva), autorización para investigación (ver siguiente ilustración).
Asimismo, la acuicultura viene consolidándose como una importante actividad económica de producción de alimentos por las condiciones favorables que ofrece el país tanto en el ámbito marino como continental. Por ello, el Estado ha declarado de interés nacional la acuicultura mediante la Ley de Promoción y Desarrollo de la Acuicultura y su reglamento, en la que se implementa el Plan Nacional de Desarrollo Acuícola a fin de promocionar esta actividad en todos sus campos.
Recientemente, con fecha de 30 de agosto, mediante Decreto Legislativo N° 1195 se ha aprobado la Ley General de Acuicultura, norma que promueve el desarrollo de la acuicultura como actividad económica de interés nacional ―mediante la Ley de Promoción y Desarrollo de la Acuicultura―, así como la diversificación productiva, la competitividad y la seguridad alimentaria, en armonía con la preservación del ambiente, la conservación de la biodiversidad y la sanidad e inocuidad de los recursos y productos hidrobiológicos. Se destaca su importancia en la obtención de productos de calidad para la alimentación y la industria, la generación de empleo, ingresos económicos y de cadenas productivas, entre otros.
Fuente: Ministerio de la Producción (Produce)
· La producción pesquera brinda ingresos por derechos de aprovechamiento a Produce y mediante la recaudación de impuestos, que son administrados por la Sunat.
La recaudación de los tributos internos (constituyen los ingresos del tesoro público y los tributos destinados a otros organismos) del sector pesca ha presentado un incremento paulatino de S/ 138 millones (2003) a S/ 360 millones para el año 2014. Esta misma tendencia presenta el impuesto a la renta, que aumentó de S/ 53 millones (2003) a S/ 201 millones (2014).
Fuente: Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), 2015
Elaboración: Equipo técnico EsDA- MINAM
La pinta es una actividad que se practica utilizando un sedal con uno o varios anzuelos (Nédélec & Prado, 1990), a los que se les puede adherir una carnada o señuelo. La red de enmalle (cortina y trasmallo) puede desplegarse fija al sustrato, a la deriva, en la superficie, en el fondo o a media agua; es de mediana selectividad (dependiendo de la especie objetivo y la luz de la malla). El espinel es un método de pesca que se compone de una línea principal, reinales (líneas secundarias) y anzuelos, a los que generalmente se les coloca una carnada (Nédélec & Prado, 1990). Dependiendo de si es un espinel de fondo o espinel de superficie, o si las capturas son cerca de la costa o no, variarán las especies capturadas; no obstante, es importante mencionar que este método de pesca está bastante asociado a la captura incidental y descarte de tortugas, aves y mamíferos marinos. Estos casos son métodos pasivos de pesca.
La red de cerco es un método muy popular de pesca en el Perú, sobre todo, para especies que forman cardúmenes. Tiene baja selectividad y el cierre de la parte sumergida de la red puede ser tanto manual como mecanizado. (Sueiro & De la Puente, 2012).
El buceo con compresora es una actividad cuyo esfuerzo está orientado principalmente a la captura de invertebrados, como la concha de abanico y otros. Para la extracción de ciertos recursos bentónicos de fondos arenosos, se han utilizado métodos mecanizados (motobombas) que atentan contra la sostenibilidad de la actividad y modifican los fondos marinos (Ganoza et al., 2008). El buceo a pulmón es un método activo de pesca y es de gran selectividad, pues el buzo elige de manera individual qué recursos capturará.
El arrastre es un método de pesca activo y de baja selectividad en tallas y especies (Jones, 1992). El uso de este método de captura por los pescadores artesanales se ha concentrado en las regiones de Tumbes y Piura. Ellos, principalmente, capturan merluza (Merluccius gayi peruanus) y langostinos (Litopenaeus sp.), pero reportan también importantes capturas incidentales. Finalmente, las trampas o nasas, son jaulas, cestos, tubos de PVC y demás artefactos que permiten capturar individuos de las especies objetivos. En el Perú la pesca con trampas está orientada principalmente a la captura de anguila y diversas especies de cangrejo. Cabe agregar que la anguila representa aproximadamente el 90 % de este método de pesca.
La dinámica pesquera artesanal del ámbito continental peruano es muy diferente a la del ámbito marítimo. Si bien las capturas son significativamente menores en los ríos y lagos peruanos que en el mar, quizá la diferencia fundamental entre la pesca continental y la marítima es el destino de las capturas. Por un lado, en el ámbito marino, la pesca artesanal es, sobre todo de carácter comercial, con pescadores claramente identificados y cuya principal fuente de ingresos proviene de la actividad pesquera en sí (Produce, 2013). Por otro lado, la pesca tanto altoandina como amazónica es principalmente de subsistencia (Tello & Bayley, 2001; Tello, 2002; García et al., 2009; López, 2010; Díaz, 2011; GORE-Puno, 2012) y los recursos hidrobiológicos son la principal fuente de proteína animal para los pobladores de la Amazonía peruana (Hanek, 1982).
La actividad extractiva del camarón de rio, cuya especie predominante es Cryphiops caementarius es la más importante en los ríos de la costa centro sur del Perú. Los mayores volúmenes de extracción se llevan a cabo en los ríos Ocoña, Majes, Camaná y Tambo en la región Arequipa, y el río Cañete en la región Lima.
La captura comercial en la selva se destina a los mercados regionales de las capitales, como Iquitos, Pucallpa, Yurimaguas o Madre de Dios (Díaz, 2011); mientras que la pesca de subsistencia es una actividad que desempeñan prácticamente todos los hombres, mujeres y niños que viven en asentamientos ribereños (Tello & Montreuil, 1994).
La actividad pesquera en la cuenca del lago Titicaca ha sido siempre artesanal. Antes se capturaban especies nativas cuyas biomasas estaban fuertemente condicionadas por los ciclos hidrológicos. Sin embargo, la introducción de la trucha (Oncorhynchus mykiss), en 1939, y el pejerrey argentino (Odontesthes bonariensis), en 1955, alteró este ecosistema y redujo las biomasas de las especies nativas (Vera, 2011). Esta actividad si bien genera empleo e ingresos, tiene como principal objetivo el autoconsumo, y solo las especies de mayor valor comercial y el excedente capturado están sujetos a comercialización (GORE-Puno, 2012).
La mano de obra empleada en las diferentes actividades de la pesquería industrial y artesanal ha mostrado un ligero incremento entre los años 2003 y 2013. Así, se ha registrado un total de 158 230 personas calificadas en el 2013 ―un crecimiento de 28,6 % en relación con el del 2003―, registro en el que la actividad acuícola tuvo el mayor incremento de mano de obra (200 %).