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Resumen Ejecutivo

Parte dos / Calidad ambiental de vida

Capítulo 8 | Agua

El agua superficial disponible en el Perú es relativamente abundante, considerando su desigual distribución espacial, pero su calidad es crítica en algunas regiones hidrográficas. Las principales causas de esta deficiente calidad del agua son el insuficiente tratamiento de las aguas residuales domésticas, vertimientos de aguas residuales no tratadas, manejo inadecuado de residuos sólidos, pasivos ambientales (mineros, hidrocarburíferos, agrícolas y poblacionales) y características naturales.

Durante el periodo 2000-2010, los niveles de deterioro de la calidad ambiental de nuestros mares se han mantenido y, en algunos casos, incrementado en varias zonas del litoral marino del Perú. Tal es el caso de las bahías del Callao y El Ferrol en Chimbote, que presentan altas concentraciones de cargas contaminantes que provienen principalmente de las aguas residuales domésticas e industriales, en forma puntual o discontinua, y alcanzan altos valores de coliformes totales y termotolerantes; estos están por encima de los estándares de calidad de aguas costeras, según la normativa vigente en el país

El Estado viene realizando esfuerzos para disminuir el riesgo a las enfermedades de la población, sobre todo las enfermedades que se encuentran asociadas al agua para uso poblacional. Se identifica que las atenciones por enfermedades diarreicas (EDA) aumentan en poblaciones que no cuentan con acceso al agua, o ello es limitado, con lo cual se concluye que es de vital importancia seguir invirtiendo en saneamiento básico en todo el país para enfrentar esta problemática en salud.

El consumo de agua por sector es identificado por la Autoridad Nacional del Agua (ANA) a través de las demanda para uso consuntivo (aquella en la que el volumen de agua asignado se consume al desarrollar la actividad) y no consuntivo (aquella en la que el volumen de agua asignado no se consume al desarrollar la actividad). Se tiene que el mayor volumen de agua demandada es por el sector agrícola en el consuntivo (que supone el 89 % de la demanda total consuntiva) y en el sector energético en el no consuntivo (el 96 % de la demanda total no consuntiva).

En el país, se encuentra regulado el vertimiento de las aguas residuales producidas por actividades económicas y poblaciones a un cuerpo natural de agua continental o marina, mediante la Ley de Recursos Hídricos (aprobada en el año 2009), sin embargo, el control efectivo de la calidad ambiental de los efluentes vertidos es limitado.

A la fecha, se vienen haciendo esfuerzos para el cumplimiento de las disposiciones legales y para no afectar la calidad de los recursos hídricos. En el caso de las aguas residuales domésticas producidas en el ámbito nacional, se tiene que solo el 40 % del volumen total producido recibe algún tipo de tratamiento previo a su descarga en un cuerpo receptor. Por otro lado, en cuanto a las actividades económicas, el volumen producido no se tiene contabilizado en su totalidad, aunque se cuenta con el número de autorizaciones otorgadas a los sectores: el sector minería ha recibido la mayor cantidad de autorizaciones de vertimientos.

Los objetivos de la política de la gestión de los recursos hídricos se encuentran establecidos en el Plan Nacional de Recursos Hídricos. La gestión del agua, por ley, está a cargo de la ANA, que dirige el Sistema Nacional de Gestión de los Recursos Hídricos y el Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos.

En el ámbito nacional, los sectores que intervienen en la gestión del agua a través de sus correspondientes ministerios son los de Agricultura (aprovechamiento y protección); Vivienda, Construcción y Saneamiento (aprovechamiento domestico); Salud (calidad del agua para la salud); Comercio Exterior y Turismo (aguas termales); Energía y Minas (aprovechamiento energético y operaciones minero-metalúrgicos); Producción (aprovechamiento industrial y acuícola) y Ambiente (política ambiental, regulación e información hidrometeorológica).

En estos últimos años, las inversiones en saneamiento básico en el país han alcanzado un aumento significativo en zonas urbanas y rurales.

Los aspectos económicos del uso del agua se encuentran regulados por la Ley de Recursos Hídricos, los que comprenden dos aspectos: retribución económica por el uso y retribución económica por el vertimiento del agua residual.

 

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