Resumen Ejecutivo
Parte tres / Aprovechamiento de la base de recursos naturales
Capítulo 10 | Sector agropecuario y forestal
La actividad agropecuaria en el Perú es muy heterogénea, principalmente por diferencias tecnológicas, de articulación a mercados de productos e insumos y el acceso a mercados de servicios (créditos, seguros, entre otros), pero también por la diversidad climática y geográfica del país.
El sector forestal peruano presenta un nivel de desarrollo productivo muy por debajo del potencial del recurso forestal en términos de superficie y de diversidad: el país es un importador neto de productos forestales, su nivel de industrialización y valor agregado es bajo, la superficie de plantaciones industriales es muy reducida y menos de la mitad de los bosques para producción de madera se encuentran bajo concesiones operativas.
Una parte sustantiva del crecimiento del área bajo uso agropecuario ha ocurrido a costa de la tala y quema de bosques amazónicos, lo que hace al cambio de uso de la tierra una fuente principal de emisiones de gases de efecto invernadero.
La tendencia de deforestación en la Amazonía peruana se presenta aún creciente. El 95 % de ella se debe al cambio de uso del suelo para agricultura, mediante la tala y quema, la mayor parte en operaciones de pequeña escala (unidades de menos de 5 hectáreas de deforestación por año) en forma dispersa, altamente asociada a las vías de comunicación. La degradación forestal no se encuentra aún bien cuantificada, pero se vincula estrechamente con la alta proporción existente de tala ilegal.
La Constitución Política del Perú establece que los recursos naturales (renovables y no renovables) son Patrimonio de la Nación y que el Estado es soberano en su aprovechamiento. Asimismo, los límites al otorgamiento y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales están establecidos en la Ley Orgánica para el Aprovechamiento Sostenible de los Recursos Naturales, el cual establece que el Estado vela para que el otorgamiento del derecho de aprovechamiento sostenible de los recursos naturales ocurra en armonía con el interés de la nación, el bien común y dentro de los límites y principios establecidos en dicha norma, en las leyes especiales y en las normas reglamentarias.
El Ministerio de Agricultura es el ente rector del desarrollo agropecuario del país, que tiene como objetivo estratégico elevar el nivel de competitividad del sector agrario en el marco de un desarrollo sostenible e inclusivo. Cuenta con organismos adscritos como la Autoridad Nacional del Agua (ANA), el Instituto Nacional de Investigación e Innovación Agraria (INIA), el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y Sierra Exportadora. A través de programas como de Desarrollo Productivo Agrario (Agrorural), Compensación para la Competitividad (Agroideas), Subsectorial de Irrigaciones (PSI) y del Banco Agrario (Agrobanco) tienen la capacidad para dirigir recursos hacia actividades e iniciativas estratégicas.
La aproximación conjunta del Ministerio de Agricultura y el Ministerio del Ambiente, en particular en la Amazonia, tiene el fin de mantener la provisión de servicios de los ecosistemas forestales al tiempo que incrementar la productividad en los bosques y en los sistemas productivos agropecuarios y agroforestales, en un marco de desarrollo rural bajo en carbono.