PARTE UNO > CAPÍTULO 4
Parte uno | El progreso hacia el desarrollo sostenible >> Capítulo 4 | Sociedad y ambiente
4.6. Formación de conocimiento
4.6.1. Principales áreas en que se realiza investigación científica con relevancia ambiental
· Los diagnósticos realizados sobre ciencia y tecnología señalan que existen grandes debilidades en nuestro sistema nacional, que se reflejan en la poca y dispersa inversión económica en actividades de I+D, en la escasa producción científica, en la desarticulación entre institutos de investigación, empresa y Estado, en la bajísima producción de patentes, y en la falta de datos e indicadores relacionados con el desarrollo de la ciencia y la tecnología.
· La formación de redes e instancias regionales de CTI en el Perú es aún débil debido al incipiente grado de regionalización y vinculación entre instituciones de CTI, así como a su escaso financiamiento estatal y privado. En Lima se concentra la mayor parte de las capacidades de I+D del país.
· El Concytec, mediante el Plan Nacional Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano, ha priorizado en la parte ambiental referida a la ciencia de la innovación del agua, prevención de desastres, cambio climático, tecnologías limpias; así como tecnologías para mitigar los impactos ambientales de las actividades minera, petrolera, industrial y urbana.
· El MINAM ha elaborado la Agenda de Investigación Ambiental 2013-2021, que plantea cuatro líneas estratégicas: el fortalecimiento de la institucionalidad de la investigación ambiental, la implementación de un sistema de gestión de la investigación ambiental, el sostenimiento financiero y la implementación de mecanismos de intercambio de conocimiento ambiental.
La actividad económica mundial está caracterizada por una creciente y acelerada incorporación del conocimiento en la producción de bienes y servicios, trasladando valor hacia sus componentes intangibles, donde radica crecientemente la productividad y la competitividad de las empresas y los países. Las economías nacionales vienen ganando dinamismo en la medida en que consolidan sus sistemas nacionales de innovación mediante este proceso. En la mayoría de países de América Latina y, en particular en el Perú, este proceso es todavía inconvenientemente lento.
Existe una creciente y acelerada incorporación del conocimiento en las esferas política y económica. En la primera de ellas, hay una necesidad cada vez mayor de contar con evidencias científicas que soporten la toma de decisiones y la construcción de políticas públicas. En el segundo caso, la incorporación del conocimiento tecnológico está teniendo un impacto directo en la producción de bienes y servicios, lo que a su vez está permitiendo el desarrollo de una mayor productividad y competitividad de las empresas y los países. Los niveles de competitividad son medidos, entre otros factores, por el grado de fortaleza y eficiencia de los sistemas nacionales de investigación e innovación, particularmente en relación con el grado de inversión en investigación y desarrollo (I+D); la presencia de instituciones de investigación de alta calidad científica; la colaboración extensiva en investigación entre universidades, empresas y gobierno, y la protección de la propiedad intelectual.
Los diagnósticos realizados sobre ciencia y tecnología señalan que existen grandes debilidades en nuestro sistema nacional, que se reflejan en la poca y dispersa inversión económica en actividades de I+D; en la escasa producción científica; en la desarticulación entre institutos de investigación, empresa y Estado; en la bajísima producción de patentes, y en la falta de datos e indicadores relacionados al desarrollo de la ciencia y la tecnología[141].
En el año 2005, el Perú ocupó la posición 75 en la medición internacional del Índice Tecnológico, evidenciando su retraso en la incorporación de los aportes de la Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) a la economía, basada en tres subíndices: de innovación, de tecnologías de información y comunicación, y de transferencia tecnológica. La formación de redes e instancias regionales de CTI en el Perú es aún débil debido al incipiente grado de regionalización y vinculación entre instituciones de CTI así como a su escaso financiamiento estatal y privado. Tal como sucede para otros ámbitos relevantes de la actividad pública y privada, en Lima se concentra la mayor parte de las capacidades de investigación y desarrollo (I+D) del país[142].
El Plan Nacional Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) 2006-2021, ha priorizado siete sectores productivos: agropecuario y agroindustrial, pesca y acuicultura marina y continental, minería y metalurgia, forestal, energía, telecomunicaciones y turismo.
Este plan ha priorizado también en los sectores sociales y ambientales referidos a la salud, educación, vivienda y saneamiento, y en la parte ambiental referido específicamente a la ciencia de la innovación del agua, prevención de desastres (deslizamiento de tierras, sequías, inundaciones, sismos, El Niño), cambio climático, tecnologías limpias; así como tecnologías para mitigar los impactos ambientales de las actividades minera, petrolera, industrial y urbana.
Dos puntos destacables en cuanto al marco de financiamiento de la CTI son la creación del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), como una unidad de ejecución presupuestal del Concytec encargada de captar, gestionar, administrar y canalizar recursos de fuente nacional y extranjera, y la puesta en marcha del Programa de Ciencia y Tecnología con un préstamo del BID y una contrapartida del Tesoro Público. El monto total de este programa es de US $ 36 millones, y está destinado a financiar proyectos de innovación, investigación y capacitación que contribuyan a elevar la competitividad del país, sobre la base de la asociatividad entre empresas y centros de investigación.
El MINAM, en el ejercicio de sus competencias, promueve la investigación científica, la innovación tecnológica y la información en materia ambiental. El sector ha elaborado la Agenda de Investigación Ambiental 2013-2021, proceso iniciado en el año 2009 y que representa un esfuerzo de los diferentes actores vinculados a la investigación, y particularmente a la ambiental. La Agenda de Investigación Ambiental plantea cuatro líneas estratégicas para la articulación entre la oferta científica y las necesidades del sector ambiental. Ellas son el fortalecimiento de la institucionalidad de la investigación ambiental, la implementación de un sistema de gestión de la investigación ambiental, el sostenimiento financiero y la implementación de mecanismos de intercambio de conocimiento ambiental.
Asimismo, la Agenda de Investigación Ambiental define 25 líneas de investigación, siendo los principales componentes los asociados a diversidad biológica; aprovechamiento sostenible de los recursos naturales; minería y energía; bosques; ecosistemas marino-costero; recursos hídricos y suelos; cambio climático, calidad de agua, calidad de aire y residuos sólidos y peligrosos.
Por otro lado, esta agenda es concordante y está articulada con las prioridades establecidas en el Plan Bicentenario, así como en el Plan Nacional Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano, elaborado por Concytec.
[141] Ministerio del Ambiente. (s. f.). Agenda de Investigación Ambiental 2013-2021. Lima: Dirección General de Investigación e Información Ambiental de Ministerio del Ambiente.
[142] Concejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica. (s. f.). Situación de la ciencia, tecnología e innovación en el Perú. En Plan Nacional Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación para la Competitividad y el Desarrollo Humano de Concytec 2006-2021. Lima: Concytec, p. 27-28.