PARTE TRES > CAPÍTULO 10
Parte tres | Aprovechamiento de la base de recursos naturales >> Capítulo 10 | Sector agropecuario y forestal
10.2.2. Sector forestal
· La tendencia de deforestación en la Amazonía peruana se presenta aún creciente. El 95 % de ella se debe al cambio de uso del suelo para agricultura, mediante la tala y quema, la mayor parte en operaciones de pequeña escala (unidades de menos de 5 ha de deforestación por año) en forma dispersa, altamente asociada a las vías de comunicación. La degradación forestal no se encuentra aún bien cuantificada, pero se vincula estrechamente con la alta proporción existente de tala ilegal.
A pesar de su importancia, los bosques en el Perú vienen reduciéndose en extensión y están sujetos a procesos de degradación. En el año 2000, el 55,1 % del territorio nacional estaba cubierto de bosques húmedos amazónicos, para el año 2005 este porcentaje se redujo al 54,8 %, para el año 2010 se redujo levemente a 54,4 % y para el año 2013 se redujo al 53,9 % de la superficie nacional. (MINAM-Minagri, 2014a).
Fuente: Ministerio del Ambiente (MINAM). Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático
La deforestación acumulada en la Amazonía es aproximadamente 7,2 millones de ha, aunque la información previa al año 2000 carece de precisión y la existencia de bosques secundarios maduros dificulta determinar la superficie total afectada en algún momento.
Fuente:
a/ Ministerio de Agricultura (Minag). Instituto Nacional de Recursos Naturales (Inrena). Compendio Estadístico de la Actividad Forestal y de Fauna 1980-1996 del Inrena
b/ Ministerio del Ambiente (MINAM). Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático
Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri). Servicio Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), 2014
La pérdida anual de bosques está aumentando de forma gradual. Para el periodo 2000-2011 estuvo estimada en 1 175 792 ha, con un promedio anual de 106 000 ha/año; si son incluidos los datos preliminares generados para el periodo 2012-2013, la pérdida de bosque aumenta a 1 469 723 ha, con un promedio histórico de pérdida entre el año 2000 y el año 2013 de 113 000 ha/año. La tendencia es aún creciente: En el periodo 2000-2001, la cobertura forestal se redujo en 85 000 ha y en el 2012-2013 en 148 000 ha (MINAM-Minagri, 2014b). (Ver anexos para mayor detalle).
Fuente: Ministerio del Ambiente (MINAM). Programa Nacional de Conservación de Bosques para la Mitigación del Cambio Climático. Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri)
El sector Uscuss es el que mayor contribución presenta en las emisiones de gases de efecto invernadero del país, con un 35 % a nivel nacional, debido principalmente al proceso de deforestación (tala y quema de los bosques), en particular en la Amazonía (MINAM, 2014). Las causas directas comprenden:
a. La expansión agropecuaria.
b. El desarrollo de actividades extractivas ilegales, como la minería aurífera aluvial, que genera además graves impactos en contaminación ambiental.
c. El desarrollo de proyectos de infraestructura e industrias extractivas, aunque debe mencionarse que están sujetos a regulación y su impacto directo en deforestación es bajo.
Fuente: Primer Informe Bienal de Actualización del Perú a la Convención Marco de las Naciones Unidas del Cambio Climático
Así, más del 95 % de la deforestación se debe al cambio de uso del suelo con fines agropecuarios. La mayor parte tiene lugar en unidades de pequeña extensión (menores de 5 ha), aunque en los últimos años han ocurrido deforestaciones sobre unidades más amplias. En el periodo 2000-2011, el 89 % correspondió a unidades de menos de 5 ha y el 11 % restante a unidades menores a 50 ha. En el periodo 2012-2013 se tuvo que el 70 % correspondió a menos de 5 ha, 22 % entre 5 y 50 ha y 8 % en superficies superiores (un 5 % superior a 500 ha), en asociación con el incremento de cultivos de productos básicos como palma aceitera y cacao.
Las causas indirectas de la deforestación están agrupadas en factores sociales (pobreza, migración) y económicos (baja rentabilidad del bosque frente a otros usos), institucionales (enfoques sectoriales —no territoriales—, ordenamiento del territorio incompleto, derechos parciales y no seguros, baja gobernanza), y factores de mega proyectos de carreteras, hidroeléctricas e hidrocarburos que inducen procesos migratorios que generan deforestación.
En general, el 46 % de la deforestación del periodo 2000-2013 ha ocurrido en áreas sin derechos forestales y sin asignación a una categoría legal de ordenamiento forestal; por tanto, es efecto y consecuencia de actividades ilegales e informales; el 16 % en comunidades nativas, el 12 % en bosques de producción permanente no concesionados, el 10 % en predios y el resto en otras categorías.
Fuente: Ministerio del Ambiente (MINAM), en su Programa Nacional de Conservación de Bosques (2014)
Elaboración: Equipo técnico EsDA-MINAM
Los estimados señalan que más del 80 % de la deforestación ha tenido lugar sobre tierras de capacidad de uso mayor de protección o forestales, lo que significa que la probabilidad de mantener una producción agrícola competitiva económicamente y sostenible en el tiempo es sumamente baja. El potencial de recuperación es grande y está estimado en 2 millones de ha para plantaciones forestales industriales.
La degradación de bosques no está cuantificada, a diferencia de la deforestación, aunque se han iniciado estudios al respecto. La degradación está asociada básicamente a lo siguiente:
· La aplicación de prácticas inadecuadas en el aprovechamiento forestal, en las áreas legalmente autorizadas, debido a inadecuada planificación, deficiencias de tecnología y equipamiento, y limitada capacidad de control y supervisión —un reducido porcentaje de las concesiones forestales otorgadas logró certificación forestal, a pesar del incentivo de reducción del 25 % del costo anual del derecho de aprovechamiento.
· La actividad de extracción ilegal de madera, que no aplica medida alguna de manejo forestal y en consecuencia genera impactos desproporcionadamente altos respecto a los bajos volúmenes extraídos por hectárea.