El concurso se desarrollará en 4 etapas:
Etapa 1: Convocatoria, difusión y recepción. Esta primera etapa se inicia con la presentación pública del concurso, que será seguida de una amplia difusión para animar la inscripción y la presentación del resumen descriptivo de la buena práctica 2), al correo electrónico y portal web del concurso. Al final de esta etapa, se evaluarán y preseleccionarán 20 buenas prácticas, aplicando los criterios establecidos en las bases.
Etapa 2: Validación en campo. En esta segunda etapa, las 20 buenas prácticas preseleccionadas serán validadas en campo, por un grupo de especialistas y en base a criterios que se establecerán, para lo cual se realizarán observaciones, entrevistas y reuniones con grupos focales. Se espera que las comunidades y/u entidades que presentaron las buenas prácticas preseleccionadas, faciliten los contactos y las coordinaciones para la realización de esta acción. La validación irá acompañada del levantamiento de registros audiovisuales de las prácticas, y de testimonios de historias de vida de sus protagonistas. Al final de esta etapa, se seleccionarán 6 buenas prácticas ganadoras (3 en cada categoría), en base a los informes que realicen los especialistas y aplicando los criterios establecidos en estas bases.
Etapa 3: Producción de materiales. En esta tercera etapa se elaborarán diversos materiales, un catálogo de buenas prácticas con desarrollo especial de las prácticas ganadoras; mini documentales (de 2 a 3 minutos por práctica) e historias de vida de protagonistas de las buenas prácticas (audiovisuales de 5 minutos).
Etapa 4: Difusión y premiación. En esta cuarta etapa se hará difusión de los resultados del concurso y se organizará la premiación de las 6 buenas prácticas ganadoras como parte de las actividades que el Perú realizará en el marco de la COP-20. Los materiales producidos serán entregados a las comunidades como una forma de devolución del conocimiento compartido y serán utilizados en diversos espacios de comunicación y educación. Igualmente serán difundidos entre sectores, gobiernos regionales y gobiernos locales; a fin que los aprendizajes puedan no sólo inspirar réplicas, sino también alentar políticas públicas para su expansión, y para el apoyo, revaloración y fomento de la investigación y experimentación campesina y de las organizaciones que las acompañan, sean estas privadas o públicas.